Elecciones nueva Junta de Gobierno
ASPECTOS IMPORTANTES A TENER EN CUENTA
1. – Votan todos los hermanos mayores.
2.- Son miembros elegibles los hermanos mayores que: (Art. 13, 2.)
a) tengan 3 años de antigüedad en la hermandad. (Desde alta anterior al 09.06.2010, hermano nº 1350).
b) tengan su domicilio en la Diócesis.
c) no pertenezcan a la Junta de Gobierno de otra hermandad.
d) y no desempeñen cargos en partidos políticos. Incluidos concejales. (Art. 13, 3.)
4.- Los componentes de la Junta de Gobierno podrán ser nombrados, como máximo, por dos periodos sucesivos de cuatro años. (Art. 16,2.)
Se presentará el listado con aquellas personas que no pueden ser elegidas, para así no cometer errores en la papeleta de votación. TODOS LOS VOTOS QUE INCLUYAN ALGUNO DE ESTOS CASOS, SERA DADO POR NULO, INCLUIDOS LOS CUATRO RESTANTES.
PRESENTACIÓN DE CANDIDATOS. (Art 14, 1 y 2.)
Art. 14, 3.- Cada elector elige un máximo de cinco candidatos de los hermanos mayores de la hermandad.
CONSIDERACIONES A LA HORA DE VOTAR NUEVA JUNTA DE GOBIERNO
1.- Votar a nueva Junta de Gobierno es un derecho de los hermanos/as que conlleva una gran carga de responsabilidad, dado que quienes son elegidos deberán, durante cuatro años, guiar la vida de la Hermandad. Por lo tanto votar, en una hermandad religiosa, es un ejercicio de responsabilidad, donde no todo vale.
2.- A la hora de elegir quienes formaran parte de la nueva junta de gobierno, tendremos que tener en cuenta los fines de la hermandad y reflexionar sobre qué personas tiene mayores cualidades para que pueden realizar esos fines con mayor fidelidad:
“Promover el culto público, la confraternidad de sus miembros, la formación, el apostolado, el ejercicio de la caridad y la tradición histórica de devoción al Santo como Patrón de El Cerro de Andévalo” (Cap I, art 3)
3.- Deberemos elegir a las personas adecuadas, adaptándose a las necesidades que los momentos actuales reclaman. Habrá que pensar en la necesidad de una formación seria e integral de los miembros de la JG, al menos al nivel espiritual, para afrontar los nuevos retos.
4.- Minimizaríamos el fundamento del existir de la JG si la convirtiéramos en una mera “comisión de festejos”, que actúa con cierta asiduidad en la sociedad de nuestro pueblo. La JG tiene una gran responsabilidad, pero no sólo en los días de romería, sino en todos los aspectos de la vida de Hermandad y en diversos acontecimientos, ya sean lúdicos-sociales, como religiosos, como caritativos, como culturales, como costumbristas o folklóricos, como devocionales…
Por ello la JG no puede resumir su actividad a preparar o preocuparse únicamente por actos externos, sino que debe tener una máxima preocupación por sentar las bases para el crecimiento interior de cada hermano.
5.- Pertenecer a una JG es un servicio al conjunto de los hermanos. De ahí que no se puede usar, la pertenencia a la JG de una hermandad, de forma vanidosa, demagógica, hipócrita, ni de ego personal. Hay que olvidarse del yo, y estar dispuesto al servicio del nosotros. Es más, el bien particular queda a un lado si lo que está en juego es el bien común. De ahí que las decisiones que se toman en JG deben ser asumidas y aceptadas, como propias, por todos los componentes de la Junta aunque el parecer particular no sea la decisión del conjunto.
6.- La pertenencia a un JG conlleva una gran carga de serio compromiso, dejando a un lado comodidades. El trabajo particular que un miembro de la JG debe realizar, no puede ser incumplido, ya ese que incumplimiento de obligaciones por diversas causas recae en el compañero o va en detrimento de la hermandad.
7.- El lugar donde una JG debe dar a conocer sus objetivos, prioridades, proyectos, presupuestos económicos, ideas… son las Asambleas Generales de Hermanos.
8.- La nueva JG debe ser asesorada y animada de forma cordial y comprensiva por los miembros salientes de JG anteriores. Los hermanos/as no pueden votar y desentenderse sino que deben sentir en ellos sus representantes; de tal manera que acudiendo a las Asambleas Generales ayuden y apoyen a la JG en sus quehaceres; así como con la cercanía y la disposición al servicio.
Fdo: Santiago Santaolalla Martínez
Director Espiritual de la Hermandad